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La regeneración abre una nueva oportunidad para el agua

  • Intensificamos la apuesta por el agua regenerada, la mejor solución para combatir la escasez hídrica provocada por el cambio climático.

El cambio climático acelera la escasez de agua y hace más habituales los periodos de sequía. Y, cuando llueve, lo hace tan irregularmente que es muy difícil planificar. Un gran reto que es, a la vez, una oportunidad para la innovación y la búsqueda de nuevas soluciones. 

El Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, pone este año precisamente el foco en la necesidad de acelerar los cambios para llevar a cabo una gestión sostenible de los recursos hídricos. Una gestión que es cada vez más compleja en Cataluña, con las reservas de los embalses por debajo del 30 % de su capacidad (menos de la mitad que hace un año). La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha decretado el estado de excepcionalidad en 224 municipios del sistema Ter-Llobregat y del acuífero del Fluvià Muga, lo que comporta la aplicación de medidas más restrictivas para casi 6 millones de personas. Además, hay otros 291 municipios en estado de alerta. La sombra de la gran sequía del 2008 está cada vez más presente. Hay que estar atentos.

La regeneración del agua, la mejor solución
La ACA, en el Plan de Gestión del Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña 2016-2021, ya situaba el déficit hídrico en el sistema Ter-Llobregat en 60 hectómetros cúbicos. Un déficit que se duplicará en el 2027 y que llegará a 190 hectómetros cúbicos en el 2039. Un reto que pone en peligro el abastecimiento de agua en las ciudades y pueblos, la industria y la agricultura. ¿Qué se puede hacer ante este escenario?

La mejor manera de afrontar este déficit de agua estructural que sufrimos en Cataluña es aplicando los principios de la economía circular a los recursos hídricos. El nuevo escenario climático obliga a aumentar la apuesta por la regeneración de agua. El uso de esta fuente alternativa de agua tiene que ser el elemento central de la estrategia contra la emergencia hídrica.

La regeneración del agua mediante un tratamiento adicional en las depuradoras permite reutilizarla y verterla al río en condiciones inmejorables y con todas las garantías sanitarias, para que así vuelva a entrar en el ciclo urbano. Una manera de tener más soberanía hídrica y de dejar de estar pendientes de si llueve o no. En definitiva, un recurso alternativo que nos aleja del riesgo de desabastecimiento de agua porque desvincula el ciclo urbano del agua de la sequía hidrológica. 

Respuesta estructural
En un momento como el actual, en que la situación de escasez hídrica permanente en que se encuentra la región mediterránea se agrava significativamente con episodios de sequía como el que estamos sufriendo desde hace dos años, se evidencia la necesidad inaplazable de ejecutar el proyecto “Racionalización del uso del agua”, que aprobó el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, en el marco del plan Next Generation Catalonia, en febrero del 2021.

Este gran proyecto, integrado por tres subproyectos principales, tiene como finalidad la modernización de regadíos, la mejora de la resiliencia del abastecimiento del agua en el área metropolitana de Barcelona, y la garantía de abastecimiento de agua a partir de la desalinización con energías renovables. Un gran salto adelante hacia la sostenibilidad y la autosuficiencia hídrica que permitiría, entre otras cosas, ir reduciendo a cero las aportaciones de agua del Ter al área metropolitana de Barcelona.

 

Alianzas con el territorio
Las alianzas con el territorio son clave para avanzar en este nuevo modelo más sostenible. Un claro ejemplo es el proyecto para distribuir agua regenerada desde la estación de regeneración de agua (ERA) de Sabadell Riu Sec hacia los municipios de Sant Cugat del Vallès y Cerdanyola del Vallès. Una iniciativa de Aigües de Barcelona y Aigües Sabadell, por encargo del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y con el impulso de la ACA, que cuenta con la colaboración de los ayuntamientos.

El proyecto, con una inversión de 5,3 millones, prevé iniciar, en el año 2025, la distribución de agua regenerada en estas poblaciones y llegar a aproximadamente un hectómetro cúbico en el año 2030. La iniciativa, un claro ejemplo de colaboración público-privada, permitirá regar con agua regenerada el campo de golf de Sant Cugat y equipamientos como el Parque de la Ciencia, entre otros.

Otro ejemplo de alianzas transformadoras es el proyecto de recarga del acuífero del Baix Camp, que lidera Comaigua, empresa mixta comarcal, con financiación europea y con la colaboración del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Se trata del proyecto LIFE REMAR, que propone utilizar una tecnología natural para recargar el acuífero del Baix Camp con agua tratada en la depuradora de Cambrils, a fin de mejorar el estado hídrico del acuífero. Es una solución circular ante la problemática del mal estado de estas masas de agua por falta de recurso, por contaminación y por intrusión salina. 

Un futuro con menos agua requiere encontrar nuevas soluciones y aplicar todo el conocimiento disponible. Ya no hay excusas, es la hora de actuar y sumar esfuerzos.