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La corriente en jet

Barcelona, 30 de agosto del 2020. Son las 10 de la mañana y, mientras escribo estas líneas, me levanto para cerrar las ventanas. Hace demasiado fresco, 18 °C. El cielo se está nublando; esta madrugada ha caído una tormenta y hace viento. Hace un par de días, el bochorno era tremendo, 30 °C y 70 % de humedad. Todos se quejaban (como si así pudieran hacer que la humedad bajase). ¿Cuál es la explicación del hecho de que en dos días hayamos pasado de un ambiente tropical a un otoño avanzado, con tormentas, algunas de ellas espectaculares? La ondulación de la corriente en jet o jet stream. Para comprender mejor este fenómeno, este enorme flujo de vientos que da la vuelta a todo el planeta y que conlleva cambios de tiempo repentinos y posibilidad de lluvias y tormentas, explicaremos una anécdota: la de los globos bomba.

En 1942, en Japón, el doctor Fujiwara propuso enviar globos con bombas de fósforo hacia Estados Unidos, lo cual fue posible gracias a un descubrimiento que ocurrió diez años atrás en el observatorio meteorológico de Takao, en la isla de Formosa, actual Taiwán. Allí observaron que entre los 8000 y los 12 000 metros de altura suelen soplar fuertes vientos del oeste. Se trata de un cinturón de vientos que circula alrededor de nuestro planeta por latitudes medianas, el llamado jet stream o corriente en jet (corriente en chorro, en castellano). Estos vientos pueden alcanzar más de 250 kilómetros por hora y casi siempre soplan en la misma dirección. Si se enviaba un globo con un tipo de explosivo determinado colocado en su base a esa altura, podría ir viajando hacia el este hasta llegar a territorio americano en dos o tres días, después de recorrer unos 9500 kilómetros. El caso es que, en total, los japoneses llegaron a lanzar 9300 globos bomba, pero la mayor parte de ellos no llegaron a explotar o se hundieron en el océano. Aun así, entre noviembre de 1944 y abril de 1945, 285 globos sí que llegaron a territorio americano. Los militares pidieron a la prensa que silenciara el asunto por completo; así, los japoneses no tuvieron noticia de la llegada de sus globos y pensaron que su invento había fracasado.

El 5 de mayo de 1945, Elsie Mitchell y cinco niños fueron de excursión a la montaña Gearbat, en Oregón. Dentro del bosque encontraron un extraño artefacto que acabó explotando. Fueron las únicas seis víctimas norteamericanas de la Segunda Guerra Mundial que perdieron la vida en su país en territorio continental. Canadá también recibió la visita de estos globos bomba, pero no llegaron a causar víctimas.

 

 

 

 

Una vez contada esta anécdota, veamos a continuación qué importancia tiene la corriente en jet en los cambios de tiempo que tenemos a lo largo del año; o, enlazándolo con el inicio de este artículo, por qué hemos pasado de un tiempo seco y caluroso a recibir agua a mares y a hacer fresco. Los avisamos de que es un tema complejo y denso —trataremos de hacerlo mínimamente digerible—, pero es muy importante para entender el porqué de los cambios de tiempo.

La corriente en jet es un verdadero «director de orquesta» de la dinámica atmosférica de nuestro planeta; dirige borrascas y anticiclones, que mueve ahora hacia aquí, ahora hacia allí. Cabe señalar que se la conoce como corriente en jet polar, y que hay una en el hemisferio norte, la que nos afecta, y otra igual en el hemisferio sur; y ambas circulan de oeste a este, también en el hemisferio sur. Y ahora ustedes deben de preguntarse: «Pero ¿en el hemisferio sur no gira todo al contrario que en el norte? Por tanto, ¿no tendría que circular de este a oeste?». Pues no, porque si en nuestro hemisferio los vientos alrededor de una borrasca giran en sentido antihorario, en el hemisferio sur lo harán en sentido horario. Pero no enredemos más la madeja.

 

 

Este tubo de vientos da la vuelta a toda la Tierra y separa el aire frío, que se encuentra en el norte, del aire cálido, que está en en el sur. Ahora bien, no es rectilíneo. A veces, una masa de aire frío del Ártico viaja hacia el sur y provoca que el jet se ondule hacia el sur, y entonces las olas de frío llegan, por ejemplo, a Francia, a Cataluña o, incluso, al norte de África. Si esto coincide con el final del verano, al encontrarse con el mar caliente, pueden formarse tormentas como las de estos días. Y, al contrario, una masa de aire cálido de origen africano puede hacer ondular el jet hacia el norte, y provocar que la ola de calor llegue hasta Alemania o, incluso, hasta los países escandinavos. A veces, cuando el jet se ondula hacia el sur por un ataque de aire frío, esta ondulación puede hacerse tan pronunciada que se rompe; entonces queda una especie de «burbuja» gigante de aire frío en las capas altas, aislada y rodeada de aire cálido. Si esta burbuja fría se coloca al oeste o al sur de la península Ibérica a finales de agosto, en septiembre o en octubre…, ¡atención! Es lo que antes denominábamos gota fría, ahora conocida como DANA, productora potencial de aguaceros e inundaciones. Aquí tienen un vídeo muy interesante del servicio meteorológico británico:

 

https://www.youtube.com/watch?time_continue=10&v=Lg91eowtfbw&feature=emb_logo

Creemos que ya hemos dado mucha información. Dejémoslo aquí, y prometemos que el próximo artículo tendrá más anécdotas, pero necesitamos un poco de base teórica para entender el porqué de algunas cosas.